Mariano González del Barco, se embarcó en la aventura de sacar un periódico bajo el epígrafe de El papel Burgalés. Sus dotes de persuasión le permitieron ganarse la voluntad y colaboración de la empresa Nueva Rioja de Logroño, donde se imprimió el periódico, a partir de su segunda etapa, ya que en Burgos solamente se redactaba y confeccionaba, en unos locales sitos en la calle Vitoria.

Tuvo su principal punto de apoyo en el concurso de las nuevas generaciones de periodistas surgidas en el ámbito burgalés, que hicieron posible el proyecto a base de trabajo.

La aventura duró 126 días, justamente desde el día 7 de junio al 10 de octubre de 1983, aunque hubo unos números previos a la publicación: El sábado 9 de octubre de 1982 apareció un número 0, impreso en los talleres de El Adelantado de Segovia.

Con su reaparición el 7 de junio de 1983, Francisco R. De la Calle será su nuevo director. Continuaba como consejero-delegado Mariano González del Barco.

La nómina de redactores sufrió un considerable recorte, si bien otros jóvenes periodistas se sumaron al intento de mantener la publicación, entre ellos Pachi Larrosa, Miguel Calvo, Visitación Andrés y Julián Velasco